SICKO
& CAPITALISMO: UNA HISTORIA DE AMOR
Autor: Michael Moore.
Estados Unidos con
un PIB de casi 15 trillones de dólares es hoy por hoy, la nación más rica y
poderosa del mundo, con una capacidad militar aterradora y una hegemonía
política y económica sin igual en casi todo un siglo. Según la teoría
capitalista que se ha vendido a través de estas últimas décadas, el bienestar y
progreso económico, es decir, una mejora en la sociedad en todos los ámbitos es
sin lugar a dudas el propósito de dicha teoría, y es por dicha razón que el
discurso político y académico lamentablemente en la actualidad se enfoca más en
el estudio del crecimiento y magnitud del PIB.
Lo que se quiere
presentar en este ensayo es contra argumentar estas afirmaciones que hoy día
están tan arraigadas dentro de las psiquis social, a través de las dos películas
que el director de cine Michael Moore nos ofrece: “Capitalismo una historia de
amor” y “Sicko”. Las dos películas nos muestran varias facetas de la vida del
estadounidense promedio y no los opulentos que suelen aparecer en las
películas, viendo cómo se comporta el mercado laboral, la protección social y
el rol del gobierno en la relación empresas-población. A la vez que se hace una
comparación entre el sistema de salud de Estados Unidos con otros países cuya
idiosincrasia no tiende tanto al individualismo en aspectos tan importantes
como la salud. Se pretende presentar también una comparación entre lo que nos
muestra el video y el diario vivir de Colombia, recordando que Colombia en
muchos aspectos suele aplicar muchas políticas norteamericanas, y que el caso
de la salud no es una excepción.
En la corriente
del pensamiento occidental, se dice que existen derechos fundamentales del
hombre como la vida, la libertad, la vivienda, la educación y la salud,
herencia de la proclamación de los derechos humanos como consecuencia de la
revolución francesa en el siglo XVI[1].
Entonces una de las misiones fundamentales de los gobiernos occidentales será
promover y proteger estos derechos fundamentales; en algunos casos cumplirlos a
cabalidad ha generado muchísimo progreso en la sociedad humana. Sin embargo, a
finales del siglo XIX cuando nace en Estados Unidos la figura de “persona
jurídica” se generaliza el uso de este concepto, tratando así a las empresas no
como organizaciones ante la ley sino como “personas jurídicas” en muchos
aspectos, bajo la premisa que a mayor libertad mejor desarrollo en todas las
personas, entonces la mayor libertad empresarial, en cualquier campo, generaría
mejores empresas, con beneficios para la comunidad. Esto poco a poco ha
generado lo que Robert Biel menciona, en su libro “Nuevo Imperialismo: Crisis y
contradicciones en las relaciones Norte-Sur”, como capitalismo predatorio[2] donde empresas
cuya única misión, visión, objeto, deber ser, es generar utilidades, lo cual no
es del todo mal, el problema es cuando estas empresas con tanta ambición tienen
libertad de hacer casi lo que se les antoje, y más aún cuando se convierten tan
poderosas económicamente, que son capaces de comprar poder político y legislar
siempre a su favor, ampliando diferencias entre los más ricos y aquellos “en la
base de la pirámide”.
Michael Moore, nos deja apreciar en su documental
“Capitalismo: una historia de amor”, la realidad que se vive hace varios años
en los Estados Unidos, desde administraciones antecesoras a la del presidente
George Bush, quien es recordado y cuestionado por sus decisiones referentes al
terrorismo y las políticas adoptadas después de la caída en pique de Wall
Street; dichas administraciones se relacionan con décadas de nefasta gestión
pública manchadas de corrupción y lucha de intereses personales, que han
llevado al estancamiento y posterior decadencia de todo el sistema.
Para bien o para mal los protagonistas del modelo,
vieron en él la solución a todos sus problemas y el principal detonante en los
que actualmente están. No se puede negar que el capitalismo jugó un papel
preponderante en el desarrollo de los Estados Unidos, puesto que le posibilitó a la nación entrar a
competir en el mercado global, generar empleo, desarrollar grandes industrias y
mejorar parcialmente los estándares de vida de sus habitantes, entre otras
cosas; pero la situación por la que sus ciudadanos han tenido que pasar y el
precio que estos a su vez han tenido que pagar es de igual magnitud.
Los modelos no son perfectos y como era de
esperarse no consideraron que el sistema podría en algún momento llegar a
fallar, por lo cual debe buscarse un
equilibrio entre lo económico y lo social; pese a que la constitución dicta
unión, progreso y desarrollo conjunto, las grandes empresas se dejaron llevar
por la codicia, obtener cada vez más ingresos y productividad, sin importar
dejar sin empleo a miles y miles de personas. Se dejó a un lado el
sentido humano, y la razón por la cual había sido adoptado el capitalismo en un
principio, garantizar que las personas produjesen, compraran y trabajaran en lo
que quisieren basado en el sistema de libre competencia y empresa, y
mantuvieron ese orden de desarrollo por décadas alimentando las esperanzas de
la clase media de pertenecer algún día al grupo de adinerados de la economía,
con eso la población común paso a segundo plano, convirtiéndose en los
“esclavos del sistema” pero sin mayor beneficio, desencadenando serios
problemas de bienestar, especialmente en la educación y la salud.
Así entonces es
como la empresa privada ha abogado porque los derechos fundamentales del hombre
dejen de ser una obligación del gobierno y entregarles tal “obligación” a
ellos, ganando “una pequeña tasa” de utilidad en el proceso.
Vemos en ambos
videos como una crisis inmobiliaria azota a Estados Unidos, porque los
intereses pagados por hipotecas se vuelven impagables (este proceso es gradual
pero insoportable por una familia de ingresos medios), por tanto las casas son
arrebatadas a sus dueños, mientras que la preocupación política se enfoca en la
gran cantidad de pérdidas económicas para las empresas que esto genera, en vez
del problema social que se está creando, vemos un vivo ejemplo de quien es la
prioridad para el gobierno estadounidense. Pero ¿Cuál es el problema de fondo
entonces? Cuando el poderío financiero se mueve hacia el sector inmobiliario
simplemente pone las tarifas y genera presión política para que pensar en
crédito barato para los americanos sea sinónimo de “socialismo”, siendo este
sector el monopolista de turno puede cambiar sus tasas de interés por hipotecas
a su antojo, sin regulación aparente pues seria “intervencionismo” lo que es
igual a para el sector financiero, creando así miles de americanos sin hogar ni
ahorros.
¿Y qué pasa en el
tema de la salud? Sucede una situación similar en Estados Unidos, al parecer al
imponer la ley del mercado a la hora de impartir salud con el argumento que la
oferta y demanda harían que la calidad en el servicio primara en este sector,
término creando grandes y poderosas empresas de seguros, las cuales han hecho
del sistema de salud estadounidense un sistema donde la excelencia y buena
atención brilla por su ausencia, y al ser comparado con países con un nivel de
“desarrollo” similar, sea el hazme reír de todos.
En los Estados Unidos el sistema de salud está
dividido entre el sistema privado y el público. Sin embargo, ambos sistemas de
salud, tanto el público como el privado, son manejados prevalentemente con base
en los principios de la libre empresa característicos del sistema
norteamericano. Estados Unidos es el único de los grandes países
industrializados que no tiene un servicio de salud Universal, el país gasta mucho más que otros países en
asistencia médica, el gobierno sí provee cobertura a los ancianos y a los
discapacitados, pero obtiene los peores resultados ya que deja que millones de
personas corran el riesgo de perder sus casas y hasta la propia vida ante la
falta de un seguro de salud.
En el informe “El
sistema de salud de los Estados Unidos”, auspiciado por el programa de Liderazgo
de las Américas de American Airlines, escrito por Raquel Torres Carvajal de la
Universidad de Texas, se desarrolla un primer enfoque en el sistema de salud de
EEUU, “La Salud como un derecho humano” en este enfoque se describe como para el caso de los
EEUU, el organismo humano es consumidor,
participe y objeto del consumo de la salud, de tal forma que en cualquier
momento una de estas tres variables puede afectar a las otras dos. Por ejemplo,
un ser humano es consumidor de los servicios de salud, pero el mismo hecho de
estar enfermo puede incapacitar a ese ser humano de trabajar y generar
suficientes recursos para ser objeto o partícipe de la salud. Por otro lado,
cuando una persona sufre de ciertas enfermedades que consumen recursos
hospitalarios, la persona en cuestión pudo haber sido partícipe de su propia condición debido a malos hábitos,
tales como fumar, consumo de drogas, etc. En cada momento, los aspectos de consumidor,
partícipe y objeto se obstruyen a sí mismos, y a pesar de que unos puedan
afectar a los otros, el sistema de salud rara vez se ve de una manera holística.
La situación de
nuestro país no es muy diferente, pues teniendo en cuenta, la influencia de
Estados Unidos sobre Colombia, vemos como en el año 1993 es modificado el
sistema de salud en nuestro país, teniendo este como principio general garantizar los derechos irrenunciables de la
persona y la comunidad para obtener la calidad de vida acorde con la dignidad humana, mediante la protección de las
contingencias que la afecten. El sistema comprende las obligaciones del Estado
y la sociedad, las instituciones y los recursos destinados a garantizar la
cobertura de las prestaciones de carácter económico, de salud y servicios
complementarios, materia de esta ley, u otras que se incorporen normativamente
en el futuro.
Al parecer, dicho propósito se quedó
en el papel, puesto que el funcionamiento del sistema de salud integral, sin
lugar a dudas ha dejado relucir sus inconsistencias y dificultades, las cuales
afectan de manera directa a los usuarios. Entre las críticas más comunes están:
los altos costos, mala atención y el difícil acceso que se ve reflejado en el
fallecimiento de las personas ya sea por indolentes rechazos o atención indebida,
situación que es llamada coloquialmente en el país como el “paseo de la muerte”. Además
de esto, la corrupción no es ajena al sector,
pues para el año 2009 se empezaron a destapar los grandes desfalcos que
se realizaban, los cuales se veían representados principalmente en los llamados
“Recobros” (dinero que
invierte en medicamentos y servicios que no están en el Plan Obligatorio
de Salud (POS)), el cobro en repetidas ocasiones de un mismo servicio, para lo
que se usaban nombres de varios pacientes con un mismo número de cédula,
además, recobros de dinero por acciones de tutela de personas que “nunca las
solicitaron ni padecían dolencia”, por servicios prestados a pacientes mucho
tiempo después de haber muerto, por medicamentos o insumos que nunca se
entregaron a los pacientes, recobros de medicamentos de 50 y 100 veces por
encima del valor comercial, entre otros.[3]
Por los diversos problemas encontrados en el
sistema de salud colombiano, podemos afirmar que al igual que en Estados Unidos
el sector salud en nuestro país después de implementar este modelo, ha
fracasado, ya que el ser humano como principal beneficiario del servicio pasó a
un segundo plano, dejando a los menos favorecidos lejos del alcance de obtener
una mejor calidad de vida, convirtiéndose entonces un modelo ajustado a la
economía del capital en donde los que pueden acceden y los que menos tienen se
mueren.
Como conclusión final, sabemos que todo
modelo tiene un ciclo, los modelos de desarrollo que han existido hasta la
actualidad han permitido ver que la decadencia de cada modelo solo se genera
cuando se tocan los límites sociales y ciertos sectores que pueden ser
numerosos o poderosos (militarmente, definido por sus riquezas o por tenencia
de otros elementos que lo simbolicen), es allí cuando el sistema decae
generando un nuevo sistema que sirva como establecimiento de las nuevas
estructuras de poder que representen de forma legítima una sociedad[4], sin embargo, existen fenómenos que pueden
generar una extensión del ciclo, teorizando un poco podríamos decir que la
única forma en la cual el capitalismo tendrá su dosis de extensión es con los
puntos tocados por el club de Roma, que derivan en el desarrollo sostenible, el
equilibrio entre tres factores: Economía, Medio Ambiente y Sociedad, dado que
el anterior acontecimiento genera un equilibrio en lo que estaba llevando a la
ruina al sistema, un desbalance social que reduce las oportunidades de mejora
que inicialmente el capitalismo brindó como medio para reorganizar la sociedad,
el capitalismo puede estar en decadencia en la economía más fuerte del mundo,
generada a partir de el aprovechamiento de oportunidades (destrucción de sus
competidores), pero ahora se dan los parámetros que generan la oportunidad al
capitalismo de sobrevivir, quizás se actúe a tiempo, solo esté nos mostrará el
desarrollo de este planteamiento.
BIBLIOGRAFIA
BIEL, Robert. Nuevo Imperialismo: Crisis y contradicciones
en las relaciones Norte-Sur. Siglo XXI Editores 2007.
TORRES CARVAJAL, Raquel. Informe “EL SISTEMA DE SALUD DE LOS ESTADOS
UNIDOS”, auspiciado por el programa de Liderazgo de las Américas de American
Airlines. Universidad de Texas. 2002.
Páginas Web:
http://www.semana.com/salud--seguridad-social/mejor-debil-del-sistema-salud-colombiano/125943-3.aspx
[2]
Nuevo Imperialismo: Crisis y contradicciones en las relaciones Norte-Sur,
Robert Biel, Siglo XXI editores 2007.
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